25 de noviembre de 2018

Calendario empático

La unidad 4 versa sobre la empatía y el reto en esta ocasión consiste en marcarnos 4 acciones, una cada semana para mejorar nuestra empatía.
Brevemente os nombro mis 4 retos (en el siguiente calendario se explican un poco más clicando sobre cada semana)
  1. Dejar acabar de hablar a mi interlocutor.
  2. Interés por los sentimientos de los demás.
  3.  Observar lenguaje no verbal.
  4. Desafiar prejuicios.
¿Por qué estos retos? ¿por qué en este orden?
Sopesé cuáles eran mis aspectos a mejorar respecto a la empatía, y he considerado que lo primero que debo hacer es que mi interlocutor pueda acabar su discurso sin interrupciones mías.
Así, pasaré la próxima semana al segundo reto-acción: preguntas abiertas que demuestren mi interés genuino por sus sentimientos, y claro está, si interrumpo el discurso (reto 1) difícilmente podré conseguir el reto 2.
La tercera semana la dedicaré a observar el lenguaje no verbal, que me proporcionará pistas sobre los sentimientos de los demás y finalizaré la cuarta semana desafiando prejuicios. Este reto le propongo el útimo, creo que requiere más esfuerzo cognitivo y haber superado los tres retos anteriores.



Y planteado el reto global de empatía, paso a detallaros la experiencia de esta semana con mi primera acción: dejar acabar de hablar a mi interlocutor.
En esta semana he practicado esta acción varias veces en el entorno profesional, os detallo las que me han parecido más relevantes:
  • Conversación de cafetería sobre temas personales: En esta situación soy más empática, me atrevería a decir que casi siempre lo soy, no me ha supuesto ningún esfuerzo hacer una escucha empática, es más, a la vez he podido practicar el segundo reto haciendo preguntas abiertas, sin aconsejar ni enjuiciar.
  • Entrevista familiar con varios interlocutores: En este caso, he observado que dependiendo del rol que adoptase en la entrevista (eramos 5 personas) así me costaba más o menos no interrumpir las conversaciones. He superado el reto en la primera parte, escucha activa y empática de la familia, pero pasado un tiempo he adoptado un rol de moderador que me ha llevado a "interrumpir" para concluir.
  • Reunión de trabajo a 3 para toma de decisiones: En este caso he conseguido no interrumpir los otros dos argumentos, pero sólo la argumentación inicial. Posteriormente me tocaba argumentar a mi y.... cuando me han interrumpido....pues se acabó la empatía. He interrumpido discursos igualmente hasta que he podido "parar" y "pensar" y he vuelto a la escucha empática.
Resumiendo, mejor en conversaciones personales que laborales, he mejorado y he sido consciente de cuando he interrumpido, lo que considero un primer paso para el cambio de actitud y de conducta. !Voy por buen camino¡

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