Parece que partimos de la idea de que la la identidad digital es un hecho objetivo, es la información que sobre nosotros hay en la red; y que la reputación online es subjetiva, es la valoración-opinión que tienen otras personas sobre esa información nuestra que hay en la red.

Por tanto, creo que todas las sugerencias de gestión de la identidad digital se pueden resumir en una, sentido común, trasladar cortesía, educación, valores, comportamientos de nuestra vida analógica a la digital, dónde a este compendio de cuestiones lo han llamado netiqueta.
Como docentes, nuestra responsabilidad en el cuidado de nuestra identidad digital es mayor, si el mundo entero nos mira ya en la vida 1.0, en la 2.0 ni os cuento, estamos "al alcance de cualquiera", y lo que es más importante, solemos ser el espejo en el que se mira el alumnado (a veces).
Además, como docentes conectados, una adecuada identidad digital favorecerá a mejorar nuestra red de contactos, nuestra red personal de aprendizaje, aspecto que considero imprescindible en nuestro desarrollo profesional. Otra cuestión a analizar serían las competencias y/o habilidades necesarias para ser un "profe conectado", seguro que una de ellas es saber gestionar su identidad digital.
Finalizo con un vídeo dónde se sugiere alguna de esas habilidades necesarias y también nos muestra posibilidades que nos ofrecen las TIC.